Travis Scott protagoniza un altercado de grandes dimensiones en un club de Nueva York
El rapero Travis Scott, padre de dos hijos con la estrella televisiva Kylie Jenner, habría provocado un llamativo incidente en el club Nebula de Nueva York el pasado miércoles, como se desprende de diversos testimonios de los que se ha hecho eco la prensa local y, sobre todo, de una denuncia policial.
El astro del hip hop, de acuerdo con varios testigos, apareció en el escenario para compartir un breve número musical con su compañero y buen amigo Don Toliver, quien ofrece actuaciones semanales en ese local. Sin embargo, el afamado intérprete se mostró desde el principio visiblemente alterado y al parecer en estado de embriaguez, según el mismo relato. En un momento dado, Travis habría perdido los nervios y se habría dirigido con furia a un ingeniero de sonido, de 52 años, al que habría recriminado ciertos problemas con el volumen para acabar propinándole un puñetazo en la cara.
Según el informe policial al que ha tenido acceso el portal de noticias Page Six, “el agredido no se quejó por el dolor y no tiene heridas visibles en el momento de esta evaluación”. Este profesional habría tratado de zanjar el asunto de forma inmediata, negándose a emprender personalmente acciones legales contra el cantante. En cualquier caso, las autoridades pudieron comprobar in situ que la rabia desplegada supuestamente por Travis se había cobrado además víctimas materiales: una pantalla, un altavoz y demás dispositivos cuyo valor combinado alcanzaría los 12.000 dólares.
El altercado no ha desembocado, curiosamente, en detenciones, pero el departamento de policía de Nueva York no descarta realizar arrestos a medida que se desarrolla la investigación. Algunas declaraciones recogidas por el citado medio, así como por el tabloide británico Daily Mail, ponen de manifiesto el nivel de caos que se desató esa noche; y todas apuntan a que la responsabilidad en los hechos corresponde al que fuera pareja de Kylie Jenner, de quien volvió a separarse recientemente tras varios meses de distanciamiento.´
“Travis llegó muy enfadado al sitio, y poco a poco empezó a volverse loco. Es como si hubiera llegado con ganas de guerra”, ha revelado un informante a Page Six. “Estaba indignado con la calidad del sonido del club. Diez minutos después de subir al escenario, se lanzó furioso contra el técnico. Le empezó a gritar y luego le cruzó la cara. Hubo un gran revuelo y muchos problemas entre los guardaespaldas de Travis y la seguridad de la discoteca”, asegura otra fuente.