Tom Daley desarrolló un trastorno alimenticio como consecuencia de su carrera deportiva
El saltador olímpico Tom Daley, quien derritió los corazones de los televidentes con sus sesiones de punto durante sus descansos en los pasados Juegos de Tokio, ha revelado en su última entrevista que empezó a desarrollar un preocupante trastorno alimenticio allá por el año 2012, cuando su nombre alcanzó fama planetaria en el marco de las Olimpiadas de Londres.
Como ha explicado el joven de 27 años, su problema no solo se debía a las exigencias de la competición, sino también a la presión derivada de tener que exhibir su cuerpo semidesnudo, cubierto únicamente por un pequeño bañador, ante una audiencia planetaria. Bajo esas circunstancias, el deportista no dudaba en forzarse ocasionalmente el vómito si se sentía ligeramente hinchado o si consideraba que algún que otro kilo de más en su esculpida anatomía podría ser apreciable para el gran público.
“No tienes donde esconderte si solo llevas un bañador y estás ahí arriba en la plataforma. La gente puede saber rápidamente si te has pasado un poco durante el fin de semana, y tú mismo llegas y te sientes un poco pesado. Pero la necesidad de querer presentar tu mejor versión es constante. Fue todo un desafío y sé que hay mucha gente que sufre situaciones similares. Creo que es realmente importante arrojar luz sobre este tema”, ha expresado en conversación con el diario británico Metro.
El exitoso clavadista, padre del pequeño Robert junto a su marido, el oscarizado guionista Dustin Lance Black, también aborda en su recién estrenada autobiografía, ‘Coming Out for Air’, las dificultades y retos derivados de haber hecho pública su homosexualidad a una edad temprana, lo que le convirtió rápidamente en todo un referente para las nuevas generaciones de la comunidad LGBTQ.
“Siento que como representante del colectivo al más alto nivel en mi deporte, tengo la responsabilidad de implicarme y hablar sobre aquellos asuntos que me apasionan. Aunque cada vez hay más atletas fuera del armario, más en las últimas Olimpiadas que en todas las ediciones anteriores juntas, todavía hay 10 países en los que esto se castiga con la muerte”, ha recordado en su entrevista.