Theresa May saca a relucir el lado más travieso de Isabel II
La ex primera ministra Theresa May, jefa del ejecutivo británico entre los años 2016 y 2019, ha provocado sonoras carcajadas este viernes en medio, paradójicamente, de una de las sesiones más tristes y solemnes del parlamento de Westminster, concebida para rendir homenaje a la fallecida Isabel II.
Al igual que su sucesor Boris Johnson y Liz Truss, nueva residente en el número 10 de Downing Street, la que fuera ministra del interior en tiempos de David Cameron ha tomado la palabra para dedicar un sinfín de elogios a la soberana, de la que ha destacado su tenacidad, sus principios morales y, por supuesto, su compromiso inquebrantable con el servicio público.
Pero durante unos minutos, los diputados de la Cámara de los Comunes no han podido evitar estallar en risas al tiempo que Theresa May narraba una divertida anécdota referente a uno de sus últimos encuentros con la soberana, que ha puesto de manifiesto el carácter afable y el buen humor que exudaba Isabel a pesar del hieratismo y la seriedad que debía exhibir en las ocasiones más ceremoniales.
May ha querido recordar el pequeño traspiés que sufrió durante un picnic compartido con la reina y otras personalidades, cuando al tomar un plato de la mesa no pudo evitar que se cayeran al suelo unos trozos de queso: “Tenía que tomar una decisión en una fracción de segundo: recogí el queso, lo devolví al plato y me di la vuelta para comprobar que nadie se había percatado. Y me di cuenta de que Su Majestad, la Reina, había presenciado cada uno de mis movimientos. La miré, me miró y simplemente sonrió”, ha revelado la diputada antes de hacer una pausa dramática y concluir: “Y el queso permaneció en el plato”.