Tamara Falcó reflexiona sobre su año más agridulce

La socialité Tamara Falcó, quien recibió recientemente y de manera oficial su título de marquesa de Griñón, ha concedido una reveladora entrevista a la edición física de ¡Hola! para reflexionar sobre los acontecimientos que han marcado este último y caótico año.

La hija de Isabel Preysler, quien cumplió unos más que bien llevados 39 años de vida el pasado 20 de noviembre, no ha pasado por alto, como era de esperar, la dolorosa pérdida de su padre, Carlos Falcó, en el mes de marzo y a causa del fatídico coronavirus que ha sumido a todo el mundo en una situación de honda preocupación y larga excepcionalidad.

“Este año ha sido duro, pero estoy en paz”, ha asegurado sobre la forma en que está tratando de sobrellevar la tristeza derivada de haberse quedado huérfana de padre, para lo que no ha dejado de reivindicar públicamente el legado empresarial, social y solidario de su añorado progenitor.

La también estrella televisiva, quien tras ganar una de las ediciones con más audiencia del concurso culinario ‘Master Chef’ está desarrollando una más que prometedora carrera como presentadora y colaboradora de ‘El Hormiguero’, no se ha pronunciado directamente sobre uno de los motivos por los que, a pesar del difícil momento que atraviesa a nivel familiar, puede desplegar una amplia sonrisa a día de hoy: su romance con el ingeniero y diseñador Íñigo Onieva.

En cualquier caso, de la ilustrativa conversación que Tamara ha mantenido con la revista se desprende también que su ilusionante relación sentimental, de la que ya han trascendido varias fotos que muestran a la pareja intercambiando apasionados besos, viene a cumplir uno de sus principales objetivos de cara al futuro: “¿Mi idea de la felicidad? Amar y ser amada”, ha sentenciado.

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