Tamara Falcó aclara su futuro sentimental con Íñigo Onieva
Mucho se ha especulado últimamente sobre la salud del romance que viven, desde hace ya dos años, Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Si en los albores de su relación ya se hablaba de altibajos, rumoreándose incluso que la ruptura se produciría más pronto que tarde, ahora que ha quedado confirmado que su noviazgo está plenamente consolidado lo que parecen sonar son campanas de boda para ellos.
El estreno de la serie documental ‘La Marquesa’ sacó a relucir el lado más íntimo de la convivencia diaria de los dos enamorados, así como algún que otro detalle familiar sobre la no menos cuestionada relación de Isabel Preysler, madre de la celebridad, y el literato Mario Vargas Llosa. La complicidad y las muestras de afecto que exhibía la joven pareja en la producción de Netflix ha reabierto el debate sobre su futuro sentimental, hasta el punto de que Tamara ha sido preguntada directamente sobre la posibilidad de que sea ella quien tenga que hincar la rodilla para pedirle matrimonio a su chico.
La marquesa de Griñón ha negado tajantemente que ello vaya a suceder. “Yo soy muy romántica. Me tiene que pedir la mano él”, ha sentenciado sobre su carácter tradicional, aunque a continuación se ha descrito como una mujer “moderna”. “Lo de pedirle permiso a mi madre no es necesario. Soy más moderna”, ha añadido con una sonrisa a su paso por el evento de presentación de la nueva colección de Tous.
Aunque el hipotético enlace de los dos enamorados genera a día de hoy más incógnitas que certezas, Tamara también ha querido dejar claro que su “hoja de ruta” con Íñigo está más que definida. “La idea es que nos casemos, formemos una familia y que seamos felices y comamos perdices”, ha aseverado.