
Stella del Carmen se siente culpable por no dominar mejor el español
Hasta hace poco Stella del Carmen era el miembro más discreto de su ‘familia moderna’ y el que menos se prodigaba bajo los focos de la atención mediática, pero todo cambió cuando decidió seguir los pasos de sus padres o de su hermana Dakota Johnson -sorprendiendo a propios y extraños- y comenzar a estudiar arte dramático para probar suerte eventualmente frente a las cámaras.
Ahora la hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith ha disipado un poco más el misterio en torno a su persona debutando como columnista para la revista Vanity Fair y escribiendo acerca de su infancia, que pasó entre el glamour de Hollywood y Málaga, la ciudad natal de su padre, en un artículo que ha titulado ‘Cómo crecer en una familia bilingüe’.
Los recuerdos que Stella guarda de sus visitas a España incluyen comer "bocadillos de Nutella", ver el concurso ‘El Grand Prix del verano’ en televisión, pasear por las calles de Málaga junto a su tía por la noche, comer chocolate con churros y la cenas que se alargaban tres horas.
Sin embargo, en su adolescencia -y en especial tras el divorcio de Antonio y Melanie- empezó a perder la "conexión" con sus raíces españolas y eso le provocó una mezcla de "ansiedad, culpa y vergüenza".
"No pasar el suficiente tiempo en España implicaba que no estaba desarrollando el mismo nivel de competencia en castellano que el que tengo con el inglés", ha explicado. "Y en los años en los que casi cesaron los viajes familiares al sur del país, mi conexión con esa parte de mí misma empezó a desvanecerse".
Por eso ahora se ha propuesto recuperar el legado que trató de transmitirle su padre, comenzando por preparar recetas típicas españolas durante el período de confinamiento.