Ser hijo de Madonna no resulta fácil, y hasta ella lo admite
Madonna está de vuelta, si es que alguna vez se fue, para anunciar una gira de grandes éxitos que ha causado el revuelo esperado. Un nuevo proyecto implica una nueva ronda de entrevistas promocionales y qué mejor lugar para comenzar que en la portada del número de Vanity Fair dedicado a figuras icónicas.
Entre otras cosas, ha hablado de cómo ha sido crecer a la sombra de la reina del pop para sus seis hijos: Lourdes, la hija de 26 años que tuvo con su ex Carlos León; Rocco, de 22, fruto de su matrimonio con Guy Ritchie; y David (17), Mercy (16) y las gemelas Estere y Stella (10), a quienes adoptó en solitario.
“Crecer con una madre como yo es todo un reto. Ha sido lo más difícil, la batalla más dura”, ha admitido. Aunque no lo ha mencionado directamente, no cuesta imaginar que se está refiriendo a su talento para la provocación.
Las redes sociales le han ofrecido una plataforma increíble para seguir desafiando las mentalidades más puritanas publicando fotografías en lencería y demostrando que no piensa sacrificar su faceta más sexual debido a su edad: 64 años. Lo que sus hijos piensan al respecto solo lo saben ellos, pero de alguna forma ella ha confirmado indirectamente que no resulta sencillo.
Sin embargo, ha querido dejar claro que su prole no es la única que se enfrenta a desafíos. Ella también tiene los suyos propios que consisten en demostrar que sigue siendo relevante en el plano artístico mientras prepara un espectáculo que haga justicia a sus cuatro décadas de carrera profesional y no descuida entre medias las necesidades muy diferentes de sus retoños, que varían enormemente de las pequeñas a la mayor.
“A día de hoy, sigo luchando por entender cómo ser madre y hacer mi trabajo”, admite. “Porque, seas quien seas, tener hijos y criarlos es una obra de arte. Y nadie te da un manual. Tienes que aprender de los errores. Es una profesión que requiere mucho tiempo. Y resulta agotador porque nunca hay descanso”.