Ser el jardinero sexy de ‘Mujeres desesperadas’ no era tarea fácil

Sobre el papel, el personaje del joven jardinero que se convertía en el amante de Eva Longoria en la serie ‘Desperate Housewives’, conocida como ‘Mujeres desesperadas’ o ‘Esposas desesperadas’ en los países hispanohablantes, parecía el sueño de cualquier actor desconocido: además de jugar un rol clave en la trama, también reunía todos los ingredientes necesarios para enamorar a la audiencia y convertir automáticamente a quien lo interpretara en un sex symbol.

Sin embargo, en la práctica ese papel acabó siendo también una pesadilla para Jesse Metcalfe, que se sintió encasillado por su atractivo y “obligado” a mantenerse a la altura de las expectativas de los fans incluso cuando no estaba delante de las cámaras.

“Mi apariencia fue analizada y criticada en la prensa. Y tener que quitarme la camisa en cada episodio suponía una gran presión añadida”, ha confesado en una nueva entrevista a la revista i-D. “Tienes que mantenerte en la mejor forma física posible, incluso cuando estás entre proyectos, y todo el mundo espera que sigas así las 24 horas del día, 365 días al año. No es realista. Por eso los paparazzi ‘sorprenden’ a los actores ‘desmejorados’ cuando no están trabajando. Sencillamente se están tomando un descanso, y eso incluye acudir al gimnasio”.

Jesse nunca consiguió emular el éxito que cosechó en la serie con sus trabajos en películas indies y también atravesó un momento muy complicado en su vida personal debido a sus problemas con el alcohol, que le llevaron a ingresar en rehabilitación en 2007. Y pese a ello, no cambiaría su experiencia si pudiera dar marcha atrás: “En nueve de cada diez ocasiones, el dolor que experimentas es justo la lección que necesitas aprender. Y no desaparece hasta que la aprendes”.

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