
Rosamund Pike entierra sus premios cinematográficos en el jardín de su casa
El primer reconocimiento a un trabajo bien hecho en la competitiva meca del cine siempre hace mucha ilusión, pero cuando los galardones empiezan a acumulares, los intérpretes se enfrentan a una disyuntiva: montar una galería en su propia casa dedicada a sus triunfos y arriesgarse a parecer unos egocéntricos, o guardarlos en un armario y pecar de ingratos.
Algunas estrellas de cine como Kate Winslet, que tiene su Óscar en el baño, optan por colocar los suyos en lugares inesperados para demostrar que los aprecian, pero no se los toman demasiado en serio, y su compañera de profesión Rosamund Pike ha conseguido superarla a la hora de encontrar una forma original de exponer el Globo de Oro, el Emmy y los otros trofeos que ha ganado a lo largo de su carrera sin que estén a simple vista.
“Me cuesta mucho encontrar la forma de mostrar los premios en casa. ¿Y cómo se supone que va a reaccionar la gente al verlos cuando viene de visita? Siempre me ha parecido algo un poco bochornoso, así que yo entierro los míos en el jardín”, le ha confesado a la presentadora Ellen DeGeneres. “No del todo, dejo una parte sin enterrar para que se pueda ver una mano o a lo mejor una corona o quizá parte del globo de oro”.
A la protagonista de ‘Perdida’ le hace mucha ilusión pensar que algún día, cuando ella haya fallecido y su propiedad haya sido vendida a otra familia, alguien encontrará todos esos reconocimientos a su talento interpretativo y ni siquiera sabrá qué son: “Probablemente será dentro de siglos, cuando ya ni siquiera existan esas galas de premios”.