Rosalía revela los sacrificios que ha tenido que hacer para ser una artista de éxito
El éxito de Rosalía y su reconocimiento artístico traspasaron fronteras hace mucho tiempo. La intérprete catalana no solo se ha convertido en una estrella súper ventas en su España natal, sino que también ha conseguido penetrar a fondo en los mercados americanos, tanto del norte como del sur, gracias al carácter innovador y experimental de su tercer trabajo discográfico, ‘Motomami’, ganador de varios premios Grammy y elogiado por medios especializados tan exigentes como Pitchfork.
Una buena muestra del prestigio que ha adquirido la catalana en Estados Unidos reside en la distinción de ‘productora del año’ que le ha conferido la revista Billboard, que celebró ayer miércoles su gala anual para homenajear a las mujeres más notables de la industria discográfica. Aunque la gran estrella de la velada fue la cantante SZA, elegida ‘mujer del año’ por la cabecera, Rosalía tuvo una importante parcela de protagonismo, hasta el punto de que se llevó una calurosa ovación de sus colegas de profesión al explicar que su éxito, así como el del resto de homenajeadas, solo se explica con el trabajo duro y el sacrificio de ciertos aspectos de su vida personal.
“Cuando tus amigos salen a comer algo bueno, o están teniendo sexo… En definitiva, cuando están viviendo su vida, tú te pasas quince horas metida en un estudio sin ventanas, buscando el sonido de una batería”, explicó sobre lo absorbente y meticuloso de su labor profesional. En ese sentido, Rosalía se siente muy identificada con las circunstancias que, desde hace casi 15 años, vive su ídolo Lana del Rey, otra de las galardonadas de la jornada por su “talento visionario”. “¡Lana Del Rey, te quiero!”, finalizó la española en un guiño a su compañera de profesión.
La cantautora estadounidense, quien subió al escenario antes que Rosalía, también dedicó su premio a algunas de las notables artistas que se encontraban en la sala, como la mencionada SZA y la joven Olivia Rodrigo, cuyo álbum debut ‘Sour’ se convirtió en el gran fenómeno comercial de 2021. El único hombre que pudo destacarse ligeramente, en una velada centrada en la contribución femenina a la música, fue el puertorriqueño Bad Bunny, quien apareció por sorpresa en el escenario para entregar el premio ‘icono del año’ a su compatriota Ivy Queen, la legendaria rapera y referente del reguetón.
