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Desde que apareciera en las redes sociales ese ya archiconocido vídeo que retrataba al empresario Íñigo Onieva besando los labios de otra mujer, confirmando así los rumores que llevaban años circulando sobre su carácter mujeriego e infiel, se ha debatido hasta la saciedad sobre el posible origen de semejante filtración, la cual precipitó la ruptura del diseñador industrial y la socialité Tamara Falcó solo unos días después de que anunciaran su compromiso matrimonial.

Una de las teorías que surgieron en su momento procedía de la propia marquesa de Griñón, quien deslizó ante los periodistas que quisieron preguntarle sobre lo sucedido que la persona responsable de la distribución masiva de la grabación, y otras tantas de similar naturaleza, podría haber sido su madre, Isabel Preysler. “Creo que fue mi madre la que filtró los vídeos”, aseguró con su habitual espontaneidad a los muchos micrófonos que la rodeaban en su primer acto público tras su separación.

Ciertos comentaristas de la esfera virtual también han especulado con la idea de que la mismísima Tamara hizo públicos los vídeos, en el marco de una estratagema diseñada para desprestigiar a su entonces prometido. Al parecer, antes de aceptar su propuesta de matrimonio, la socialité ya era conocedora de las infidelidades de Íñigo y quiso retratarle ante la opinión pública aprovechando la atención generada por su compromiso.

Nada de eso ha podido demostrarse, pero las conjeturas no paran de sucederse. Ahora, la periodista Lydia Lozano, conocida por su participación en diversas tertulias del corazón de la cadena Telecinco, ha compartido la hipótesis que ella maneja al respecto, que apunta directamente al propio Íñigo Onieva. “Pienso que Íñigo filtró los vídeos, se agobió…”, ha señalado al respecto. Según la informadora, quizá Íñigo no tuvo el valor de hablar cara a cara con su novia y dejó que fueran esas imágenes las que condenaran su relación.

Sin embargo, Lydia Lozano sostiene además que la pareja acabará reconciliándose más pronto que tarde, lo que significa que Íñigo podría haberse auto inculpado con el único objetivo de retrasar los planes de boda. “He estado hablando con amigas de él, y creo que van a volver”, ha añadido.