Bang Showbizz

Una estrella de la talla de Dolly Parton no podía trabajar durante cuatro décadas en la industria discográfica sin que surgiera alguna leyenda urbana en torno a su persona. Ella misma se ha encargado de desmentir en numerosas ocasiones y con mucho sentido del humor que sus operaciones de pecho no la han dejado postrada en cama, pero hay otra teoría conspirativa acerca de su vida privada que nunca ha terminado de desvanecerse.

Algunos de sus fans están convencidos de que su marido Carl Dean, con quien se casó en 1966, es un producto de su imaginación o una estratagema publicitaria para solidificar su imagen de mujer cristiana.

“Mucha gente lo ha pensado a lo largo de los años, sí, porque él no quiere saber nada de la fama. No es su estilo”, ha explicado ella en una entrevista al portal Entertainment tonight. “Es una persona muy tranquila y reservada, y sabe que si decidiera exponerse en ese sentido, jamás volvería a disfrutar de un minuto de paz, y tiene toda la razón. Es algo que yo respeto y aprecio, y siempre he tratado de mantenerle lo más alejado posible de los focos de la atención mediática”

A lo largo de las últimas cuatro décadas, Dolly ha experimentado distintos niveles de popularidad. En la actualidad disfruta de su enésimo renacer gracias a su ahijada Miley Cyrus, que ha acercado sus canciones a una nueva generación de fans a base de versionarlas, y también a la banda sonora de la película ‘Dumpli’ del servicio de streaming Netflix, con el que recientemente firmó un acuerdo de colaboración. Y este intenso ritmo de trabajo es precisamente lo que ha ayudado a que su matrimonio no siguiera el mismo camino que el de otras leyendas de la música.

“Nuestra broma privada cuando la gente nos pregunta cómo hemos aguantado tanto es responder: ‘Porque siempre estoy fuera’. Y hay parte de verdad en eso, porque no estamos todo el tiempo uno encima del otro”, ha señalado.