Ozzy Osbourne ‘estaría muerto’ si no fuera por su esposa Sharon
Ozzy Osbourne ha dicho que “estaría muerto” si no fuera por su esposa Sharon, después de que redujera su consumo de alcohol y drogas para conservar su matrimonio.
El líder de Black Sabbath, de 73 años, aseguró que ahora se siente “aburrido” tras su más reciente desintoxicación, y es que se ha tenido que alejar de los reflectores en los últimos años para concentrarse en sus problemas de salud como la enfermedad de Parkinson y las múltiples cirugías de columna por una caída que sufrió en 2019.
Sin embargo, nada hubiera sido igual sin el apoyo de su esposa, Sharon, quien ha sido una pieza fundamental en su recuperación, como el rockero dijo recientemente en una nueva entrevista con The Independent.
“Si no fuera por Sharon, estaría muerto”, aseguró el cantante, quien se presentó en su ciudad natal, Birmingham, el mes pasado para clausurar los Juegos de la Commonwealth de 2022.
La pareja celebró recientemente su 40 aniversario, por lo que al preguntarle acerca del secreto para un matrimonio feliz, Ozzy no ha tenido reparo en afirmar: “El amor, supongo… Consumí grandes cantidades de drogas y alcohol. Nunca dejé de hacerlo. La gente no sabía si iba a salir por la puerta, el techo o la ventana. Ahora no bebo, no fumo, ni hago ninguna de esas cosas. Soy muy aburrido”, afirmó.
En junio, el músico se sometió a una operación que le cambió la vida para curar una lesión sufrida durante un accidente de quad en 2003, que le dejó daños permanentes. Sharon, de 69 años, agradeció a sus fans el “amor y el apoyo” mostrados antes de la cirugía.
Antes de la intervención, el músico tuvo que enfrentar el virus del COVID-19, con su esposa a un lado de él.
Las estrellas se conocieron cuando Sharon tenía 18 años y se casaron el 4 de julio de 1982 en Hawái. Tienen tres hijos juntos: Aimee, Jack y Kelly.