Olivia Wilde detalla cuánto cuesta exactamente vivir como ella
La batalla legal que Olivia Wilde mantiene con su antigua pareja Jason Sudeikis por la custodia de los dos hijos que tienen en común ha sacado a la luz, entre otras cosas, cuánto dinero cuesta mantener un estilo de vida como el suyo. La actriz y directora no está nada contenta con su ex porque él sigue intentando que el caso se traslade a Nueva York, donde las pensiones de alimentación suelen ser más bajas que en el estado de California.
El pasado viernes estaba previsto que los dos se vieran las caras de nuevo en una audiencia celebrada en esa ciudad precisamente para determinar si serán los juzgados de un estado u otro los que diriman la disputa, pero al final la cita se canceló en el último momento cuando no se presentaron ni ellos ni sus abogados. Olivia sostiene que el asunto ya se había resuelto y que las vistas deberían celebrarse en Los Ángeles.
Según sus representantes legales, el creador de la popular serie ‘Ted Lasso’ está tratando de alargar al máximo todo el proceso con la esperanza de que ella agote sus recursos económicos. Su miedo es que consiga hacerlo porque sostiene que Jason puede permitirse seguir litigando hasta que a ella no le quede más remedio que endeudarse.
Para demostrarlo, Olivia ha presentado información detallada de sus finanzas para desglosar cómo se reparte su fortuna valorada en 10 millones de dólares. En su declaración presentada ante el Tribunal Superior de Los Ángeles explica que tiene 645.187 dólares en cuentas bancarias, 3.902.689 en acciones y bonos y 6.021.860 en bienes inmuebles y otras propiedades.
Sus gastos mensuales superan, según ella, sus ingresos. Aunque gana más de 71.000 dólares al mes, eso no resulta suficiente para cubrir la hipoteca de 58.000 dólares, los 4.000 dólares que paga por lavado y tintorería y las facturas del gas, el agua y la electricidad, que ascienden a 6.500 dólares. Olivia ha acusado a Jason de actuar de “mala fe” en lo que respecta al futuro de sus hijos y exige que no se le permita privarla de su derecho a reclamarle una contribución basada en sus necesidades.