Nadie podrá saltarse la cola para presentar sus respetos ante Isabel II, ni siquiera los diputados

Miles de personas han pasado toda la noche esperando para presentar sus respetos ante el féretro de Isabel II en Westminster Hall y a las ocho de la mañana la hilera de personas se extendía a lo largo de cinco millas a orillas del río Támesis, con un tiempo de espera que supera las once horas.

El gobierno británico dejó claro desde un primer momento que no se toleraría que nadie se saltara la cola ni que se hicieran turnos, y no se harán excepciones por nadie. Los políticos que quieran despedirse de la soberana tendrá que ponerse a la misma kilométrica fila que el resto del mundo, según se ha confirmado a través de un comunicado de la Cámara de los Comunes.

“Desgraciadamente, basándonos en el número de personas que se espera en los próximos días, no es posible abrir más el acceso sin el riesgo de que afecte al acceso de los ciudadanos que están en la cola”.

La prioridad absoluta es garantizar que el mayor número posible de miembros del público puedan acceder al interior del salón donde descansa ahora mismo la soberana porque muchos de ellos han viajado desde otras partes del país expresamente para ello.

“No queremos de ninguna manera poner en peligro su capacidad de pasar por Westminster Hall introduciendo presiones adicionales sobre los números”.

Varias figuras políticas pasaron por Westminster Hall antes de que se hiciera público este anuncio, como la primera ministra Liz Truss, el líder laborista Keir Starmer y los antiguos primeros ministros Theresa May, Gordon Brown y Boris Johnson.

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