Mischa Barton se sintió ‘obligada’ a perder la virginidad por su trabajo en ‘The O.C.’
La gran oportunidad en el cine de Mischa Barton le llegó siendo una niña con la película ‘Inocencia rebelde’ -‘Lawn Dogs’ en versión original- y, por mucho que todo el equipo se esforzara por ocultarle las temáticas más adultas que abordaba la trama, ella acabó siendo consciente de que su personaje era víctima de tocamientos inapropiados.
Ese fue solo el primero de una serie de trabajos que contribuyeron a sexualizarla a una edad muy temprana -su primer beso en la ficción y en la vida real tuvo lugar durante el rodaje de ‘Pups’- e incluso la convirtieron en una especie de sex-symbol en Asia con tan solo 13 años, y la situación no hizo más que empeorar cuando se hizo con el papel de Marissa Cooper en ‘The O.C.’.
“Ser virgen en aquel momento, en aquel contexto, me hacía sentir como fraude. Estaba interpretando a una chica segura de sí misma, que pasaba página rápidamente y era un poco promiscua y, sin embargo, yo seguía siendo virgen. Los chicos de la serie éramos la quintaesencia de los adolescentes americanos ricos y privilegiados que bebían, se drogaban y, por supuesto, tenían sexo”, ha explicado en una entrevista a Harper’s Bazaar.
Según ha confesado ahora, poco a poco llegó a la conclusión de que no podría hacerle justicia a la historia si no perdía la virginidad: “Empecé a preocuparme de verdad por no poder interpretar a mi personaje si no me daba prisa y maduraba un poco. ¿Que si alguna vez me sentí presionada para mantener relaciones sexuales con alguien? Bueno, después de que me persiguieran hombres mayores de 30 años, al final lo hice”.