Miguel Bosé no se presenta a la vista oral que determinará el futuro de sus cuatro hijos

Tras un verano en el que los cuatro hijos de Miguel Bosé y Nacho Palau, los mellizos Diego y Tadeo e Ivo y Telmo, han podido disfrutar por fin de varias semanas de vacaciones juntos, todo ello fruto del acuerdo al que finalmente llegó la expareja para compensar de alguna forma la distancia física que les separa al residir dos de ellos en España y los otros dos en México, las tensiones entre los dos padres resurgirán ahora con el inicio de las vistas orales que marcarán el futuro de sus retoños.

El escultor valenciano, cuya relación sentimental con el astro de la música terminó hace ya dos años, se ha dejado ver en la mañana de este lunes en la entrada del juzgado de instrucción número cuatro de Pozuelo de Alarcón (Madrid), ataviado con indumentaria informal y su correspondiente mascarilla sanitaria. El artista no ha concedido declaraciones de ningún tipo a los reporteros allí congregados, aunque ha saludado con mucha educación antes de entrar en el edificio.

Por su parte, el intérprete no ha hecho siquiera acto de presencia en la primera de las diferentes sesiones que conformarán esta parte concreta del proceso legal. Su objetivo no es el de establecer las respectivas responsabilidades que Nacho y Miguel tienen para con sus cuatro retoños en el marco de la tutela, sino el de determinar el vínculo legal que ha de existir entre los cuatro menores. Aunque se hayan criado juntos durante buena parte de sus vidas, las dos parejas de hermanos no lo son en el plano biológico y llevaban mucho tiempo sin vivir bajo el mismo techo.

La postura de Nacho Palau está muy clara en este sentido, ya que él mismo la expuso en una entrevista ofrecida recientemente a la revista Vanity Fair: al margen de cualquier otro aspecto, Tadeo, Ivo, Telmo y Diego fueron concebidos dentro de la misma unidad familiar y, por tanto, deben ser considerados hermanos a todos los efectos. “Los niños se necesitan, todo es un despropósito. Lo que pido es el reconocimiento de que mis cuatro hijos son hermanos aunque biológicamente no lo sean. Fue un proyecto de familia que creamos Miguel y yo”, aseguraba en su conversación con la publicación.

Asimismo, hace solo unos meses Nacho publicaba una bonita imagen de los cuatro niños abrazados y de espaldas durante el tiempo estival que compartieron en España, una estampa que le sirvió ante todo para reivindicar lo estrecho de su vínculo y de su amor fraternal: “Siempre juntos”, añadía en la descripción de la instantánea.

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