Michelle y Barack Obama elogian el ‘digno servicio público’ y la ‘generosidad’ de la reina Isabel II en un emotivo homenaje tras su muerte
Michelle y Barack Obama han compartido un emotivo homenaje a su vieja amiga, la reina Isabel II, tras anunciarse su fallecimiento a los 96 años.
El ex presidente de Estados Unidos y su esposa dijeron en un comunicado conjunto publicado en sus cuentas de Twitter que se “unían a tantos otros que celebran su vida y lloran su fallecimiento”.
“Michelle y yo tuvimos la suerte de conocer a Su Majestad y ella significó mucho para nosotros”, escribió Barack. “Cuando empezábamos a navegar por la vida como presidente y primera dama de Estados Unidos, nos dio la bienvenida a la escena mundial con los brazos abiertos y una extraordinaria generosidad. Una y otra vez, nos sorprendió su calidez, la forma en que hacía sentir a la gente y cómo aportaba su considerable humor y encanto a los momentos de gran pompa y circunstancia. Al igual que muchos de ustedes, Michelle y yo estamos agradecidos por haber sido testigos de la dedicación de Su Majestad y estamos impresionados por su legado de servicio público incansable y digno. Nuestros pensamientos están con su familia y el pueblo del Reino Unido en este difícil momento”, añadió el político en su comunicado.
La pareja señaló que Isabel II reinó con “gracia, elegancia y una incansable ética de trabajo”, al tiempo que “desafiaba las probabilidades y expectativas puestas en las mujeres de su generación”.
Aunque ambos parecían tener una gran relación con la monarca, Michelle se hizo especialmente cercana a ella a lo largo de los años, a pesar de que rompió el protocolo real al colocar su brazo en la espalda de la Reina durante su primer encuentro en 2009 -lo que está estrictamente prohibido- en un momento muy controvertido que provocó furiosas reacciones contra la escritora.
El escandaloso gesto acabó por desencadenar lo que se convertiría en una larga y singularmente sólida amistad entre las dos mujeres, que se extendería durante más de 10 años.
La reina se tomó el incidente con calma y tranquilizó a Michelle devolviéndole el gesto, poniendo su propia mano en el hombro de quien fuera la Primera Dama, y al hacerlo, convirtió lo que podría haber sido un primer encuentro poco propicio en el comienzo de una amistad muy especial.
Más tarde Michelle explicó en sus memorias de 2018, ‘Becoming’, que las dos mujeres se habían unido por llevar tacones dolorosos y que ella hizo lo que era “instintivo” para ella “cada vez que se siente conectada con una nueva persona”.
“Olvidó que a veces llevaba una corona de diamantes y que yo había volado a Londres en un avión presidencial; éramos dos damas cansadas y oprimidas por nuestros zapatos”, escribió.