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M.I.A. defiende su derecho a cuestionar las vacunas contra el coronavirus
La cantante M.I.A, cuyo nombre real es Mathangi ‘Maya’ Arulpragasam, no ha dejado de recibir fuertes críticas en los últimos dos años por la forma en que ha cuestionado la eficacia de las vacunas diseñadas para contener los efectos del coronavirus. Sus detractores, según ella, han simplificado excesivamente su visión sobre tan delicado asunto, como se desprende de la entrevista que ha concedido la rapera al diario The Guardian para aclarar su posición al respecto.
La artista británica ha defendido su derecho a abordar con escepticismo los cambios que experimenta el mundo y, sobre todo, las directrices tomadas desde los círculos de poder. Por ello, le resulta “frustrante” que ciertos sectores de la opinión pública hayan sido tan extremistas con ella, despreciando sus opiniones y “experiencias” como si de una mera excentricidad irresponsable se tratara.
“El lenguaje que la gente utiliza ahora para atacar a cualquiera pasa por decir: ‘Oh, es antivacunas’, y demás cosas por el estilo. Y no, no es así”, se ha defendido en su conversación con el periódico. “Conozco tres personas que han muerto de Covid y otras tres que han muerto tras serles administradas las vacunas. Eso ha pasado en mi vida, es mi experiencia. Si la gente me va a negar esa experiencia y tratar de engañarme para que crea lo contrario, ¿qué sentido tiene todo esto?”, ha asegurado para enmarcar sus declaraciones en la libertad de expresión y, sobre todo, en su derecho a disentir de la corriente dominante.
De hecho, M.I.A. ha alertado sobre los peligros que, desde su punto de vista, encierran las dictaduras encubiertas de la sociedad moderna, como la llamada cultura de la cancelación. Para la controvertida artista, el mundo ha perdido parte de su esencia democrática a través de la censura no regulada, la que se forja en las redes sociales y que dirigen unos cuantos internautas que, supuestamente, representan a la mayoría social.
“Tenemos esta idea rara de que todos somos libres, de que luchamos por todo y de que podemos decir lo que queramos. Por otro lado, curiosamente estamos viendo cada vez más ejemplos de lo contrario. Pienso que deberíamos tener debates amplios y abiertos, en lugar de levantar efigies de la gente para luego quemarlas en la calle por alguna cosa que han dicho”, ha señalado.