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Aunque ya no formen parte de la familia real británica, los duques de Sussex continúan adelante con su trabajo humanitario y en California, donde se encuentra su hogar familiar, han dado con dos asociaciones que coinciden con sus valores y con las que han empezado a colaborar. Se trata de la organización de voluntarios L.A. Works y la fundación ‘I Have a Dream’, que trabaja para garantizar que todos los niños tengan la oportunidad de acceder a una educación superior.

Esta semana el matrimonio ha sido ’emparejado’ con una adolescente cuyo nombre no ha trascendido para ofrecerle una especie de tutoría virtual. Según ha explicado la directora ejecutiva de L.A. Works, Deborah Brutchey, la joven no estaba al tanto de antemano de quiénes eran las personas con las que hablaría en esa sesión de orientación y se llevó toda una sorpresa cuando descubrió que se trataba del príncipe Enrique y Meghan Markle, sobre todo porque ha seguido de cerca la historia de la antigua actriz.

“Ha sido algo muy significativo para ella porque se dieron cuenta de su potencial en unos pocos minutos, lo que ha ayudado a enmendar algunas inseguridades que sufría y que fueron causadas por las dudas que tenía acerca de ella un antiguo profesor”, ha explicado Brutchey en declaraciones a People.

A lo largo de la breve conversación que mantuvieron, Enrique y Meghan no solo se interesaron por la vida y los planes académicos de su interlocutora. También abordaron otros asuntos como por ejemplo qué hacer ante los retos que plantea la vida o cómo mantenerse fiel a uno mismo y a sus valores. Los duques se dieron cuenta de que la adolescente tenía unos girasoles en su habitación que vieron de fondo durante la videollamada, así que después de su reunión virtual le enviaron un ramo de flores junto con una nota de ánimo.