Lily Allen responde a los comentarios sobre su ‘delgadez extrema’: ‘A veces se me olvida comer, no suelo tener hambre’
La cantante Lily Allen disfruta estos días de un sólido matrimonio con David Harbour, uno de los protagonistas de la exitosa serie ‘Stranger Things’ y, en términos generales, de un estilo de vida mucho más saludable y pausado que el que definió sus etapas más oscuras de la juventud, marcadas por un consumo excesivo de alcohol. No obstante, la artista de 37 años ha tenido que afrontar ahora una serie de comentarios juiciosos, cuando no burlones, sobre su cuerpo, “extremadamente delgado” a juicio de algunos.
Aunque no ha querido hacer referencia directa a esas críticas, a su paso por el podcast ‘Off Menu’ la estrella del pop ha reconocido que a veces se le “olvida comer”, debido a su ajetreado día a día y al hecho de que no suele “tener hambre”. “Soy bastante mala en ese sentido. Hasta que no veo algo de comida no me digo: ‘Debería comer algo’. Pero me encanta la comida, me encanta comer. Pero se me olvidan las cosas porque me levanto temprano y me paso el día cuidando de mis hijas”, ha revelado sobre la crianza de Marnie y Ethel, fruto de su anterior matrimonio con Sam Cooper.
La cantautora ha atribuido esa falta de apetito a la resistencia que presenta su estómago. “Mi estómago se puede pasar horas sin recibir nada. Pero cuando recibe algo, es como que se activa y me dice: ‘Sí'”, ha comentado al respecto. Eso sí, parte de la estilizada figura que exhibe estos días la autora de ‘Smile’ también se debe a que aborrece la comida rápida, ya que habitualmente sólo ingiere platos que han sido específicamente elaborados para ella con los mejores ingredientes.
“No estoy por la labor de contribuir a la producción masiva de alimentos. Y tengo una regla algo rara en lo que se refiere a la comida rápida. No me gusta y no suelo comer nada que no haya sido preparado para mí. No soporto la idea de comer algo que provenga de una pila de alimentos precocinados. Tiene que haber algo de intención. Tampoco me gusta la comida de los aviones porque procede de un almacén. Quiero pensar que es una mentalidad algo anti capitalista sobre hábitos alimenticios”, ha explicado.