Liam Gallagher quiere envejecer como le venga en gana: ‘Seguiré bebiendo hasta los 80’
El cantante Liam Gallagher no está dispuesto a seguir la estela de esos viejos roqueros, antaño transgresores y autodestructivos, que con el paso del tiempo han ido adoptando patrones de conducta mucho más saludables para disfrutar de unos años dorados de relax y gran calidad de vida.
Quizá el mejor ejemplo de ese comprensible proceso de reconversión es el de Keith Richards, quien a sus 78 años no ha tenido más remedio que reducir notablemente su consumo de alcohol, así como dejar de fumar y también de consumir ciertas sustancias que marcaron parte de su leyenda. Pero el antiguo vocalista de Oasis se niega a pasar por el aro y, a tenor de sus últimas declaraciones, parece que quiere superar la longevidad del guitarrista de los Rolling Stone en lo que a llevar una vida hedonista y caótica se refiere.
“No me va el yoga y no como tofu. Me gusta beber cerveza rubia y pasármelo bien. No voy a castigarme el cuerpo para convertirme en uno de esos tipos súper delgados. Soy lo que soy y paso de ser un tipo de 50 años que vaya por ahí predicando cómo hay que comportarse. Seré tal y como soy cuando llegue a los 80, si tengo suerte. Me visto igual que cuando tenía 20 años” ha proclamado en su nuevo documental ‘Liam Gallagher: 48 hours at Rockfield’.
Lo que para algunos puede suponer un mero alarde de testarudez y una perjudicial negativa a abrazar cambios positivos es, para el irreverente músico, una necesidad imperiosa de mantenerse fiel a sus principios y a su esencia. “Tengo algunos dolores y achaques, pero mi cabeza está perfectamente”, ha añadido en referencia a sus graves problemas de cadera, que no le llevarán a pasar por el quirófano para instalarse unas prótesis. Y es que el roquero ha asegurado que prefiere actuar en silla de ruedas antes que someterse a una intervención quirúrgica que, a su juicio, todavía no es propia de su edad.