Las ligas de Quidditch cambian el nombre del deporte mágico para distanciarse de J.K. Rowling
J.K. Rowling inventó el Quidditch en el marco de los libros de Harry Potter para convertirlo en el deporte mayoritario en el mundo mágico, una especie de equivalente del fútbol muggle que contaba con su propio campeonato mundial y cuyos jugadores eran auténticas estrellas. Lo que probablemente nunca se imaginó es que acabaría practicándose en la vida real, aunque sin escobas voladoras ni pelotas que se mueven por parte de magia para esquivar a los atletas o tratar de derribarlos.
Por esa misma razón ha tenido que resultar un mazazo tan duro que los aficionados hayan decidido cambiarle el nombre para cortar lazos con ella. Tras una encuesta realizada a finales de 2021, la US Quidditch y la Major League Quidditch han rebautizado el quidditch como quadball. ¿El motivo? En realidad hay dos razones.
En primer lugar, “quidditch” es una marca registrada propiedad de los estudios Warner Bros., que poseen los derechos sobre las adaptaciones cinematográficas de Harry Potter, pero la caída en desgracia de la autora también ha sido un factor de peso. En un comunicado público, la liga oficial de este deporte ha recordado que Rowling “ha sido objeto de un creciente escrutinio por su postura antitrans en los últimos años”, y ha expresado su deseo de que un lavado de cara contribuya a crear oportunidades para el crecimiento, la exposición y las asociaciones con distintos patrocinadores.
“En menos de 20 años, nuestro deporte ha pasado de unas pocas docenas de estudiantes universitarios en la zona rural de Vermont a un fenómeno mundial con miles de jugadores, ligas semiprofesionales y campeonatos internacionales. Nuestras organizaciones se han comprometido a seguir impulsando el quadball”, ha añadido por su parte Mary Kimball, directora ejecutiva de US Quadball.
Esta organización ha cambiado el nombre con efecto inmediato, pero la Major League Quidditch ha decidido esperar hasta después de la copa Major League Quidditch de 2022, que se celebrará en agosto.
A pesar de los apoyos que ha ido perdiendo a diestro y siniestro, J.K. Rowling nunca se ha retractado de sus comentarios acerca de la inamovilidad del sexo biológico o de su postura en contra de las legislaciones que permiten a una persona cambiar su género legal sin someterse a una cirugía de reasignación o seguir una terapia hormonal.