La triste historia con final feliz del nuevo perro de Harry y Meghan
El príncipe Enrique y su esposa Meghan Markle han acogido en casa a un ejemplar de siete años de la raza beagle que ha visto cómo su vida cambiaba de forma radical de la noche a la mañana en cuestión de semanas.
La perrita, que se llama Mia, fue rescatada de un criadero estadounidense propiedad de una empresa de investigación farmacéutica por el proyecto Beagle Freedom que ha puesto en marcha la abogada especializada en derechos de los animales Shannon Keith.
Mia fue uno de los cuatro mil perros que las autoridades incautaron el pasado mes de julio. Más de 300 cachorros murieron a lo largo de este año debido a las condiciones deplorables en que les mantenían, encerrados en jaulas y rodeados de suciedad, que violaban numerosas leyes. Ella es una de las grandes afortunadas porque nadie le presagiaba un futuro alentador.
“Los duques de Sussex son la familia más cariñosa, sensible y atenta que he conocido. Nos sentimos muy afortunados de que han apoyado nuestra iniciativa y hayan decidido adoptar un perro que ha sido maltratado. Eligieron adoptar a una perra llamada Mia, que la mayoría pasaría por alto porque es mayor, tiene problemas de salud y está traumatizada por su pasado. Me impresionó mucho su compromiso con el bienestar animal”, ha explicado Shannon en declaraciones a People.
Meghan se encargó de llamarla personalmente para interesarse por visitar sus instalaciones porque estaba pensando adoptar un perro mayor y en cuanto vio a Mia tuvo claro que era la elegida. Su nueva mascota se ha adaptado sin problemas a su hogar en Montecito, donde convive con los dos hijos del matrimonio.
