La reina Isabel ‘murió de un corazón roto’

La reina Isabel “murió en última instancia de un corazón roto”, ha asegurado una experta de la realeza.

La difunta monarca estuvo casada con el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, desde 1947 hasta su muerte en abril de 2021 a la edad de 99 años y falleció ella misma el 8 de septiembre a la edad de 96 años tras un reinado récord de 70 años.

Ahora, la experta real Katie Nicholl explicó que, aunque al rey Carlos -que accedió al trono en el momento en que murió su madre- le resultó “difícil” ver cómo bajaban el féretro de su madre al panteón real en su funeral del lunes, su difunta majestad tenía “todo resuelto”.

“Ese momento en el que el féretro de la reina fue bajado a la bóveda real fue muy, muy poderoso. Muy emotivo. Para el rey fue muy, muy difícil de ver. Pero, en realidad, lo que los espectadores no se dan cuenta es que la reina lo tenía todo planeado, porque en esa misma bóveda real, que actualmente yace, está el féretro del duque de Edimburgo, y ambos serán enterrados juntos en una ceremonia privada, que no será televisada, que será sólo para la familia inmediata”, aseguró.

Katie explicó además que la reina Isabel – que también tuvo a Ana, la princesa Real, el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo con Felipe – deseó que su difunto esposo esperara en el panteón real para que ella y él pudieran ser enterrados juntos junto a su padre, el rey Jorge – que murió en 1952 a la edad de 56 años – y la reina Madre, que falleció en 2002, a la edad de 101 años.

En una entrevista con ETOnline, Katie añadió: “Su deseo fue que la esperara en el panteón real. Ella pidió que no cerraran la bóveda de su padre, que es donde terminarán todos juntos, porque sabía que no tardaría mucho en llegar. Quería que ese viaje final se hiciera con el príncipe Felipe a su lado”.

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