La realidad tras las fotos de un hombre chupándole los pies a Sarah Ferguson era muy inocente
El estreno de la quinta temporada de la serie ‘The Crown’ ha servido para revivir algunos de los escándalos pasados de la familia real británica. Lo nuevos episodios se centran en la década de los 90, cuando los hijos de Isabel II era ya adultos casados y -en el caso de tres de ellos- a punto de enfrentarse a procesos de divorcio más o menos discretos.
El del príncipe Andrés se aceleró después de que su esposa Sarah Ferguson fuera fotografiada en actitud cariñosa con el empresario John Bryan durante unas vacaciones en Francia en 1992. La pareja estaba oficialmente separada por aquel entonces, pero ver a su nuera en los periódicos tomando el sol en bikini mientras un hombre le chupaba los dedos de los pies fue demasiado para Isabel II, que dio por fin el visto bueno para que su hijo y la duquesa de York se divorciaran.
Sin embargo, John Bryan asegura que esas imágenes se malinterpretaron de forma maliciosa y se colocaron en un contexto sexual que no podía estar más lejos de la verdad porque en realidad estaban jugando con las dos hijas de Sarah.
“Estábamos en una villa privada con siete acres de terreno para asegurar nuestra absoluta privacidad. Las niñas eran muy pequeñas, solo tenían cuatro y dos años. Estábamos en la piscina y yo estaba nadando con ellas”, ha asegurado al Mail On Sunday. “Sí, Sarah estaba en topless, pero estábamos era el sur de Francia, por el amor de Dios. Y estábamos en privado, o eso creíamos. Estábamos con las niñas, pasándolo bien. Ese día estábamos jugando a ‘Cenicienta’ y dije: ‘Mira, vamos a besar los dedos de los pies de mamá’. Era parte del juego. Yo lo hice primero y luego creo que lo hizo una de las niñas, probablemente Beatriz. Fue algo totalmente inocente”.
John, que está luchando contra un cáncer de vejiga, ha arremetido contra la representación del escándalo que se ha realizado en la nueva serie de ‘The Crown’ porque considera que ignora premeditadamente la verdad. Aunque él siempre ha tratado de afrontar con sentido del humor la atención mediática que le reportó su relación de cuatro años con la ex del príncipe Andrés, en las últimas semanas no ha parado de recibir llamadas de amigos y conocidos que quieren saber qué pasó realmente, y está harto.
“No quiero que se me conozca para siempre como el asesor financiero tejano que le chupó los dedos de los pie a Fergie. Para empezar, soy de Nueva York. Pasé páginas hace décadas. Ahora se vuelven a repetir todas las mismas falsedades. He esperado todo este tiempo, y me gustaría tener la última palabra”.