Este año las celebridades se han quedado sin la oportunidad de desfilar por las escaleras del museo metropolitano de Nueva York en la noche más importante del mundo de la moda. Cada primer lunes de mayo Anna Wintour, la todopoderosa editora de Vogue, organiza la famosa gala del Met bajo una temática diferente, pero este año el evento se ha aplazado indefinidamente debido a la crisis del coronavirus.
Estos últimos días los habituales de la cita han echado mano de sus redes sociales para mostrar qué se habrían puesto para la velada -Katy Perry, por ejemplo, iba a lucir una creación de Jean Paul Gaultier en homenaje a los sujetadores cónicos de Madonna- y recordar algunas anécdotas.
Kylie Jenner ha recuperado varias imágenes de su entrada triunfal en la gala de 2018, tres meses después de dar a luz a su primera hija, para desvelar que minutos antes había reventado su ajustado atuendo y tuvieron que hacerle un apaño sobre la marcha.
"Un detalle divertido: este vestido [de Alexander Wang] no llevaba originalmente una cremallera [en el costado izquierdo], pero la costura se desgarró mientras intentaba embutirme en él, así que nos tocó añadirla mientras salíamos literalmente por la puerta. Pero al final quedó bien y me encantaba", ha explicado en Instagram.
La joven no es la única con secretos jugosos sobre esta glamuorosa fiesta. Blake Lively acaba de desvelar un detalle al que nadie había prestado atención hasta ahora: durante tres años consecutivos, 2018, 2017 y 2016, ha conseguido combinar a la perfección el color de sus vestidos con el de la alfombra roja. Nadie sabe cómo se entera de antemano de qué tonalidades será la moqueta que cubre las escaleras y que cambia en cada edición, pero lo cierto es que los tres diseños que lució se camuflaban a la perfección con el entorno mientras ella posaba ante los fotógrafos.
