Jon Bon Jovi se siente muy orgulloso de ser ‘el chico bueno’ del rock
En 1989, en medio de una gira de Bon Jovi por Estados Unidos, el cantante de la banda aprovechó una parada en Los Ángeles para viajar a Las Vegas y casarse en secreto con su novia del instituto, Dorothea Hurle, en la capilla Graceland. A diferencia de muchos de sus compañeros de profesión que también pasaron por el altar por sorpresa, su matrimonio no acabó con la misma rapidez que había empezado y, a día de hoy, Jon Bon Jovi sigue felizmente casado con la que ahora es la madre de sus cuatro hijos.
En el mundo del rock, eso es prácticamente un milagro y, aunque Bono y Bruce Springsteen llevan aún más tiempo con sus respectivas esposas, ha sido él quien se ha llevado todas las alabanzas por su papel de fiel esposo y devoto padre de familia.
"He sido muy, muy afortunado de que mi mujer forme parte de mi vida desde hace tanto tiempo y eso ha conseguido que mi dinámica familiar sea muy equilibrada. No me he visto obligado a lidiar con ese tipo de dramas. He visto a otros pasar por divorcios y momentos muy duros, y tratar de olvidarse de todo eso antes de subir al escenario. Yo soy el único que ha tenido la suerte de no haberse divorciado", ha declarado durante una entrevista a The Times.
"Me ha tocado aceptar el título y convertirme en el rostro de las estrellas del rock casadas. Y la verdad, estoy muy contento de serlo", ha añadido.
La peor ruptura que ha afrontado en las últimas décadas ha sido la que protagonizó con Richie Sambora, guitarrista del grupo musical y amigo íntimo suyo con quien solía componer gran parte de sus temas, que abandonó la formación para pasar más tiempo con su familia.
"Lo superé con un montón de ayuda", ha afirmado el músico. "Hablé con otra gente, leí libros y permití que pasara el tiempo. El tiempo lo cura todo, incluso ese tipo de decepciones", ha afirmado.