Jennifer Lawrence estuvo a punto de cancelar su boda, debido a que sufría ansiedad por el compromiso
Jennifer Lawrence está “muy feliz” de no haber “enloquecido” y cancelado su boda debido a la ansiedad que le generaba el compromiso.
La protagonista de ‘Causeway’ se casó en 2019 con el vendedor de arte Cooke Maroney -el padre de su hijo Cy, de nueve meses-, pero admitió que tenía dudas sobre el matrimonio y que más tarde se dio cuenta de que experimentaba ansiedad por el compromiso.
“Cuando no te conoces del todo, no tienes ni idea de hacia donde ir. Entonces conocí a mi marido y él me dijo ‘Ven, vamos hacia ese lugar’. Y yo dije: ‘Me parece bien’, pero ¿y si no era lo que quería? Fue confuso”.
Al hablar de su ansiedad por el compromiso, añadió al periódico New York Times: “Salía de todas estas formas creativas diferentes que implicaba mi trabajo, pero no era consciente de ello. Después vuelvo a casa con mi marido, con quien he formado esta maravillosa familia y me siento muy contenta de haber tomado la decisión de casarme. Estoy tan contenta de no haber enloquecido y haber cancelado la boda y haber huido y haber dicho: ‘¡Nunca me verán caer!”.
La estrella de 32 años admitió que tuvo una “crisis feminista” sobre el cambio de apellido después de casarse, pero finalmente le gustó la idea de crear un espacio entre su vida personal y profesional.
“Dios, tuve una crisis feminista por cambiar mi nombre porque es mi identidad, es lo primero que se me da. Nací con el nombre de Jennifer Lawrence, pero me lo quitaron cuando tenía 21 años y nunca lo recuperé. Así que no sentí que estuviera renunciando a nada. Ese nombre ya les pertenece. Jennifer Lawrence es Katniss Everdeen, supongo. ¿Es raro?”.
Jennifer ganó fama internacional al interpretar a Katniss Everdeen en la serie de películas de ‘Los Juegos del Hambre’ y admitió que se sintió “vieja” cuando se enteró que la próxima precuela, ‘La balada de los pájaros cantores y las serpientes’, será protagonizada por Rachel Zegler.
“Eso me hace sentir vieja como el moho. Recuerdo que tenía 21 años y pensaba: ‘Dios mío, algún día las reharán y harán un remake. Pero para entonces seré tan vieja. Estaré muerta'”.
Y le pareció “deprimente” trabajar con Andrew Barth Feldman, de 20 años, en la nueva comedia ‘No Hard Feelings’.
“Trabajar con un joven de 20 años es muy deprimente. Me digo: ‘Bueno, cuando se inventó YouTube, tú habías nacido'”.