Jennifer Coolidge estuvo a punto de rechazar el papel de su vida porque ‘estaba gorda’

La actriz Jennifer Coolidge siempre ha tenido una silueta voluptuosa que fue precisamente lo que le ayudó a conseguir el papel de la madre de Stifler en ‘American Pie’, pero en los últimos tiempos sus curvas se han acentuado aún más y eso casi le hizo cometer el mayor error de su carrera.

La intérprete se pasó el período de confinamiento comiendo pizzas veganas sin parar, hasta cinco y seis al día, porque estaba convencida de que la pandemia nunca terminaría. Como consecuencia, cuando por fin llegó a la conclusión de que el mundo no se iba a acabar, había ganado más de una docena de kilos y lo último que quería era ponerse delante de una cámara.

Irónicamente, ese fue justo el momento en que llamó a su puerta una de las mejores oportunidades profesionales que se le han presentado en los últimos años, un papel protagonista en la serie ‘White Lotus’, y ella estuvo a punto de rechazarlo porque no quería aparecer “gorda” en televisión. Por suerte, uno de sus amigos consiguió hacerla entrar en razón.

“Me dijo: ‘¡Jennifer, esto es todo lo que tienes! ¿Qué haces? Estas ofertas no surgen todos los días, ¡im**cil!’. Todos necesitamos amigos así…”, ha reconocido ella en declaraciones al portal Page Six. “Muchos actores cometen grandes errores, no sé por qué… Queremos que llegue nuestro gran momento, pero cuando por fin llega, de alguna manera nos convencemos a nosotros mismos de que es mejor dejarlo escapar”.

Al final, ninguno de sus compañeros de reparto ni ningún miembro del equipo de la serie se extrañó al verla aparecer en el set de rodaje porque, tal y como ha señalado ella misma, siempre ha sido una persona “regordeta” y nadie notó ningún cambio en su físico.

“Qué son doce kilos más o menos… Si hubiera visto ‘White Lotus’ y me hubiera dado cuenta de lo que había hecho, me habría tirado de un puente”, ha admitido.

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