Isabel II lleva dos meses sin montar a caballo debido a sus problemas de salud
La salud de la soberana británica ha sido un motivo de preocupación generalizada desde la semana pasada, cuando canceló una visita de dos días a Irlanda del Norte y anunció que tampoco viajaría a Glasgow muy a su pesar para asistir a la cumbre COP26 por consejo de sus médicos, que le habían recomendado descansar.
Estos cambios en su agenda de compromisos públicos, que rara vez altera, sumados a su estancia de una noche en el hospital para someterse a una serie de pruebas “preliminares”, han hecho saltar las alarmas acerca de un posible deterioro en su estado físico que ahora se vería confirmado de alguna forma por los rumores de que hace un par de meses que renunció a montar a caballo, una de sus grandes pasiones.
Según la información que publica el periódico The Sun, la última vez que salió a pasear en poni por Balmoral, su refugio estival en Escocia, experimentó cierto malestar que le llevó a dejar de lado esta afición durante el resto de sus vacaciones. Sin embargo, a sus 95 años Isabel no considera que haya llegado aún el momento de decir adiós a la equitación y espera retomarla en cuanto se recupere.
Desde el palacio de Buckingham no han querido realizar comentarios al respecto, que es la misma postura que han adoptado acerca de las especulaciones de que la reina no volverá a realizar apariciones en solitario y que, a partir de ahora, estará siempre acompañada por uno de sus hijos o nietos.