‘Ha entrado en pánico’: Roman Abramovich, dueño del Chelsea, vende el club y sus propiedades inmobiliarias

Aunque oficialmente se mantiene en el más absoluto silencio, el oligarca ruso Roman Abramovich, uno de los millonarios que se verán afectados por las sanciones que el Reino Unido ha impuesto al régimen ruso de Vladimir Putin y a sus socios en el extranjero, habría entrado “en pánico” a cuenta del riesgo que estos castigos supondrán para su ingente patrimonio en Inglaterra.

El todavía dueño del Chelsea de Londres estaría tratando de deshacerse cuanto antes de sus numerosas propiedades inmobiliarias en las Islas Británicas, para evitar perderlas por la fuerza y sin rédito económico de ningún tipo. Lo mismo ocurre con el Chelsea FC, un club que ha dejado temporalmente en manos de colaboradores de su confianza.

Según el diario suizo Blick, Abramovich espera como agua de mayo que otros grandes inversores del continente, sin tantos problemas legales y diplomáticos como él, le presenten ofertas para la adquisición de la entidad. Uno de esos empresarios es el suizo Hansjorg Wyss, quien ha confirmado haber recibido una ‘invitación’ para que contribuya a la estabilidad financiera y administrativa del Chelsea.

“Abramovich, como tantos otros oligarcas rusos, ha entrado en pánico. Está tratando de vender todas las villas que tiene en Inglaterra, y también quiere desprenderse del Chelsea lo antes posible”, ha asegurado Wyss en conversación con el citado medio. El emprendedor de 86 años ha señalado además que otros tres inversores, de nacionalidad estadounidense, han sido contactados por Abramovich, aunque las pretensiones económicas del ruso son a día de hoy demasiado altas para facilitar la operación.

De hecho, Wyss está convencido de que no podrá asumir en solitario los 7.000 millones de euros en que se estima la inversión a realizar, ya que los nuevos dueños tendrán que asumir las elevadas deudas del club y la cuantiosa reforma de su estadio, Stamford Bridge, así como el precio de venta que marque el propio Abramovich.

“Necesito unos cuatro o cinco días para haber estudiado la situación. Abramovich está pidiendo mucho dinero y el Chelsea tiene una deuda de 2.000 millones de libras, y no hay dinero en la caja”, ha reconocido Hansjorg Wyss en su conversación con el periódico.

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