Gérard Depardieu no vive ni en Francia ni en Rusia, sino a bordo de un yate en el Mediterráneo
Hace un par de semanas Gérard Depardieu causó un gran revuelo al abrirse una cuenta en Instagram y compartir una fotografía en la que aparecía con el presidente ruso Vladimir Putin junto al mensaje “amistad”. Aunque unos días más tarde eliminó esa publicación, mientras la gran mayoría de sus compañeros de profesión condenaban la invasión rusa en Ucrania, su estrecha relación con Putin no es ningún secreto.
Según ha explicado en su última entrevista, el veterano intérprete sigue manteniendo la nacionalidad y el pasaporte francés, pero en la actualidad es “ciudadano ruso y dubaití”. Sin embargo, su residencia no se encuentra ni en Rusia ni en el emirato árabe.
“La mayor parte de mi vida la paso en el Mediterráneo”, ha aclarado en declaraciones a la revista L’Obvs. “Tengo dos barcos para la pesca de altura: uno en Dubái, el otro, que se utilizaba para la pesca del atún y donde he mandado habilitar un apartamento, está en Estambul. Navego, voy a la deriva… me viene muy bien”.
Depardieu no oculta que cada vez encuentra menos razones para regresar a Francia durante largos períodos de tiempo y, cuando lo hace, se considera una especie de “turista” que habla el idioma. Sus planes de futuro pasan por cortar lazos con su país natal vendiendo tanto su hotel en París y sus viñedos porque se ha hartado la fama que le sigue persiguiendo allí.