Esta celebridad apenas puede sentarse tras someterse a un rejuvenecimiento vaginal

Pocas celebridades admiten las cirugías estéticas a las que se someten y mucho más si se trata de intervenciones tan polémicas como los rejuvenecimientos genitales, pero Lizzie Cundy es una excepción.

La socialité británica es conocida por sus apariciones en televisión y sobre todo por haber estado casada con el antiguo jugador del Chelsea Jason Cundy. Ella opina sinceramente que, si algo funciona, por qué no compartirlo con el resto del mundo, así que se ha propuesto proclamar a los cuatro vientos lo encantada que ha quedado con el tratamiento láser al que se sometió recientemente para fortalecer las paredes vaginales.

“Me siento como una mujer nueva con mi supervagina. Ahora está tan prieta que chirría cuando camino. ¡Apenas puedo sentarme!”, ha declarado a la edición británica de la revista Closer.

Uno de los motivos por los que se animó a dar ese paso fue que siempre se siente mucho más joven que los 54 años que tiene, y quería unas partes íntimas “a la altura”. Desde luego, ha conseguido el resultado esperado porque desde su intervención se ha convertido en una sensación entre sus pretendientes más jóvenes.

“Ahora trataré a mi vagina como un templo… ¡Adoradla, chicos! He estado saliendo con alguien recientemente y estoy segura de que pueden notar la diferencia. Estoy disfrutando del mejor sexo de mi vida”, ha celebrado.

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