El último viaje de Isabel II de Londres a Windsor para ser enterrada junto a su espos
Ya ha comenzado la procesión que llevará a la reina Isabel II hasta su lugar de descanso definitivo. Los portadores del féretro han abandonado la abadía de Westminster por la puerta oeste a las doce y cuarto del mediodía para depositarlo de nuevo en el carruaje conocido como State Gun Carriage, tirado por 142 miembros de la Marina Real.
Nada más arrancar el cortejo fúnebre, el ataúd ha pasado frente a la estatua de Winston Churchill que domina la plaza del Parlamento. Él fue el primer ministro que tuvo la reina Isabel II nada más ascender al trono y con quien ella misma reconocía que tenía una deuda impagable por la guía que le ofreció en sus primeros años de reinado. Siempre se ha dicho que Churchill se convirtió en una especie de figura paterna para la joven soberana tras perder a su propio padre y precisamente el suyo había sido el último funeral de estado que había vivido el país hasta el de Isabel.
El recorrido de 45 minutos termina en el histórico monumento Wellington Arch, construido por el rey Jorge IV para celebrar la victoria de Reino Unido en las guerra napoleónicas. Desde allí viajará en un coche fúnebre de estado hasta el castillo de Windsor, donde será enterrada.
El ataúd, cubierto con el estandarte real sobre el que reposa la Corona Imperial, ha pasado frente a la plaza conocida como Horse Guards Parade, el espacio al aire libre donde se lleva a cabo la ceremonia anual de Trooping the Colour, antes de enfilar la avenida The Mall que lleva hasta el palacio de Buckingham y atravesar Green Park para llegar a su destino.
El silencio reina en las calles de Londres al paso de la comitiva que acompaña a Isabel II en su último viaje. Solo se escucha el ruido de los tambores y las campanas del Big Ben, que repican cada minuto. El famoso reloj vuelve a funcionar sin problema después de que el domingo no pudiera dar la campanada para marca el inicio y el final del minuto de silencio que la nación guardó en honor a la monarca.
Se espera que el cuerpo de Isabel II llegue a Windsor a las tres de la tarde y volverá a ser llevado en procesión por la avenida Long Walk de casi cinco kilómetros que conecta la estatua Copper Horse con el castillo. Una vez dentro del recinto se dirigirá a la capilla de San Jorge para que se celebre un breve servicio religioso, que también será televisado, y cuando termine por fin será enterrada en la capilla del rey Jorge VI junto a su esposo el duque de Edimburgo.