El príncipe Jorge podrá quedarse con su fósil de un tiburón

La familia real británica no es ajena a las polémicas, sobre todo el duque de Edimburgo, que en su momento causó muchas tensiones en sus viajes internacionales por sus comentarios desafortunados sobre otras culturas, pero el príncipe Jorge debe de haber establecido un nuevo récord al verse envuelto en un ‘conflicto diplomático’ con el gobierno de Malta con tan solo siete años.

La culpa la ha tenido el regalo que le hizo el científico británico David Attenborough durante una visita reciente al palacio de Kensington. El famoso naturalista estaba al corriente de que el niño visita a menudo el museo de historia natural de Londres y ha acabado convirtiéndose en un apasionado de los dinosaurios, así que quiso sorprenderle entregándole el diente fosilizado de un tiburón gigante que tiene 23 millones de años de antigüedad.

Se trataba de un hallazgo que él mismo había realizado en la década de los 60 durante unas vacaciones familiares en Malta, según le explicó, y el hijo mayor de los duques de Cambridge quedó encantado con el fósil, que pertenece a un megalodón.

Sin embargo, cuando se hicieron públicas las fotos de Jorge observando con atención el obsequio que acababa de recibir, el ministro de cultura de Malta no tardó en reaccionar para alegar con enfado que un objeto como ese debería de estar expuesto en un museo del país. Su intención inicial era recurrir a los cauces legales pertinentes para recuperarlo, pero ahora ha cambiado de idea.

Un portavoz suyo ha confirmado este martes que no tomará medidas al respecto y, por tanto, Jorge podrá quedarse con su nuevo juguete.

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