El príncipe Harry disfruta de los rodeos como un verdadero texano

El príncipe Harry sacó el máximo partido a su sábado asistiendo a uno de los tradicionales rodeos que se celebran con frecuencia en las principales ciudades y pueblos del estado de Texas. El duque de Sussex dejó muy asombrados a aquellos espectadores que, lógicamente, no esperaban encontrarse al nieto de Isabel II en las gradas del principal estadio de Fort Worth y ataviado con un típico sombrero de vaquero.

El marido de Meghan Markle, padre de los pequeños Archie y Lilibet con la antigua actriz, se lo pasó en grande con uno de los espectáculos más llamativos y emocionantes de la cultura popular estadounidense, enmarcado en este caso en el llamado Campeonato de Rodeo de Stockyards. Al hijo menor de la malograda Diana de Gales se le vio muy concentrado en la justa deportiva y, en ocasiones, charlando animadamente con otros asistentes.

Poco después de la jornada, varios miembros de la organización del torneo se echaron a las redes sociales para presumir de la presencia de Harry en el graderío: “¿Dónde estaba el príncipe Harry el sábado por la noche? Disfrutando del Campeonato de Rodeo de Stockyards. ¡Nos ha encantado! ¡Gracias por la visita!”, ha escrito en su cuenta de Instagram Cindy Reid, secretaria de la competición.

Esta no es la primera vez que el aristócrata británico aparece sin previo aviso en algún evento tan arraigado en la vida diaria de los estadounidenses. Sin ir más lejos, Harry y su prima Eugenia acudieron el pasado mes de febrero a un abarrotado estadio de Inglewood, California, para ver con sus propios ojos el siempre grandioso show de la Super Bowl, la gran final de la liga de fútbol americano que congrega a tantas celebridades de toda clase y condición.

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