El príncipe Andrés llega a un acuerdo con Virginia Giuffre para evitar ir a juicio por presuntos abusos sexuales
El príncipe Andrés, hijo de Isabel II, no tendrá que ir finalmente a juicio a raíz de la demanda civil que interpuso Virginia Giuffre el año pasado a fin de recibir una reparación moral y económica derivada de los abusos sexuales que habría sufrido, presuntamente, por parte del duque de York cuando ella era solo una adolescente.
Las dos partes han alcanzado un acuerdo que ya ha sido validado por el tribunal neoyorquino que se ocupa del caso y que, en la práctica, compromete al aristócrata a realizar una cuantiosa donación a la fundación solidaria establecida por Giuffre para apoyar a quienes han sufrido acoso sexual, violaciones y otros ejemplos de trato vejatorio derivados de su pertenencia forzosa a redes de tráfico de personas.
De hecho, otro aspecto relevante del documento hace referencia al reconocimiento expreso que hace Andrés de la condición de víctima de Virginia. Aunque sigue defendiendo su inocencia en lo tocante a las acusaciones vertidas directamente contra él, el hijo de la soberana británica admite que la demandante fue sometida en esos años por Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, quienes dirigían el entramado de explotación sexual con el que se ha visto asociado el príncipe.
Esa “asociación”, que no amistad al parecer, se ha convertido en una fuente de profundo “arrepentimiento” para Andrés de York a lo largo de los últimos 20 años. En tiempos recientes, ese vínculo y sus consecuencias judiciales han tenido efectos nefastos para la posición del tercer hijo de Isabel II en la institución monárquica. Por orden expresa de la reina, Andrés perdió varios títulos militares y patronazgos y se decidió que afrontara el futuro proceso como “ciudadano privado”.
Sin embargo, fuentes del entorno de la casa real desvelaron a la prensa británica que, con la máxima discreción, la reina habría asistido a su entonces hijo favorito con algunos de los gastos en que ha incurrido con este proceso legal. Esa teoría no ha podido ser ni mucho menos corroborada, pero en cualquier caso la reina podrá respirar tranquila si este acuerdo extrajudicial consigue desviar la atención de los supuestos desmanes de Andrés y devolver el foco a las celebraciones por sus 70 años en el trono.