El drama familiar entre la hija y los hermanos de Carrie Fisher eclipsa su homenaje en el Paseo de la Fama
Este jueves, 4 de mayo, se celebra oficialmente en todo el mundo el Día de ‘Star Wars’, la franquicia de películas, series, cómics y videojuegos que no han dejado de expandir el particular mundo de ciencia ficción concebido por George Lucas. Aprovechando una ocasión tan señalada, hoy se le concederá a la malograda Carrie Fisher, quien dio vida a la princesa Leia tanto en la primera como en la última trilogía cinematográfica de la saga, una más que merecida estrella en el hollywoodiense Paseo de la Fama: un acto al que asistirá la única hija de la intérprete, Billie Lourd.
A sólo unas horas de que se celebre el evento, sin embargo, un nuevo drama familiar en el seno de los Fisher amenaza con eclipsar una jornada tan festiva, que debería centrarse en homenajear y celebrar la vida y legado de Carrie. Todo comenzó cuando el hermano mayor de la fallecida artista, Todd Fisher, no dudó en hacer públicas su tristeza e indignación ante la decisión firme que su sobrina había tomado en su contra. Y es que Billie le ha excluido personalmente de la ceremonia, a él y a las otras dos hermanas de su madre, Joely y Tricia.
“Francamente, es una situación muy angustiosa y no merezco que se me ponga en esta posición. Soy el único hermano de Carrie Fisher, que se me omita de esta manera en un día tan especial es verdaderamente doloroso”, lamentaba el cineasta en declaraciones al medio TMZ, para reivindicar a posteriori el papel que jugó tanto en la vida de Carrie como en la de su madre, la también estrella de cine Debbie Reynolds. La protagonista de ‘Cantando bajo la lluvia’ murió sólo un día después que su famosa hija. “Siempre fui una parte muy importante de todo lo que hicieron tanto mi hermana como mi madre a lo largo de sus vidas”, defendía.
Billie Lourd, madre de dos hijos junto a su ya marido Austen Rydell, con quien contrajo matrimonio el año pasado, ha compartido un comunicado con la revista The Hollywood Reporter para justificar la rotunda medida adoptada contra sus familiares. “Ellos saben por qué”, ha subrayado sobre los motivos del veto que les ha impuesto, antes de poner varios ejemplos sobre la forma en que, a su juicio, sus tíos habrían explotado económicamente la muerte de Carrie y también la de Debbie, optando por hablar más de lo debido en público en lugar de canalizar su duelo en la más estricta intimidad.
La artista, de 30 años, critica en su nota que, en los años inmediatamente posteriores al fallecimiento de Carrie y Debbie, el 27 y el 28 de diciembre de 2016, respectivamente, dos de sus tres tíos “dieran múltiples entrevistas y vendieran libros a cambio de un montón de dinero”. “Me enteré de todo esto a través de la prensa. Nunca me consultaron o consideraron cómo iba a afectar esto a nuestra relación”, revela con indignación. Billie se refiere concretamente a los dos libros de memorias que salieron al mercado en esa época. El primero, de 2017, venía firmado por Todd y se titulaba ‘Mis chicas: una vida con Carrie y Debbie’, mientras que Joely publicó un año más tarde ‘Creciendo como una Fisher’.
“Aunque ellos tenían todo el derecho a hacer lo que estimaran conveniente, sus acciones me hicieron mucho daño, justamente en el momento más difícil de mi vida. Elegí, y sigo eligiendo lidiar con su pérdida de otra manera”, concluye Billie en su impactante comunicado, que deja patente que su vínculo con los familiares directos de su difunta madre, con quienes ella siempre mantuvo una relación conflictiva pero muy cercana, están completamente rotos.