El coronavirus empieza a hacer mella en Isabel II
La reina Isabel II aseguró ayer lunes, a través de sus portavoces de palacio, que los síntomas leves que se desprendían de su reciente contagio por coronavirus no le impedirían cumplir con algunos de sus compromisos oficiales como jefa de estado, concretamente los más sencillos y aquellos marcados por la distancia social.
Sin embargo, este martes la casa real británica ha anunciado que la soberana, de 95 años, ha tenido que cancelar finalmente las videoconferencias que tenía programadas esta semana, ya que no se siente “bien” y necesita reposo para combatir de forma efectiva las secuelas de su infección.
“Como Su Majestad sigue experimentando síntomas leves y similares a los de un resfriado, ha decidido no asumir sus encuentros virtuales planeados para esta semana”, reza un extracto de la nota facilitada a los medios de comunicación, que también deja patente que las decisiones sobre los eventos de la semana que viene se tomarán a su debido tiempo.
Al igual que en comunicados anteriores, en el de hoy martes se asegura que Isabel II seguirá realizando “tareas ligeras” a fin de tranquilizar a la opinión pública a cuenta del estado de salud de la reina más longeva en la historia del país. La preocupación sobre este asunto no ha dejado de intensificarse en las últimas semanas, sobre todo desde que ella misma reconociera que le costaba moverse y, en tono bromista, que estaba más que satisfecha con el hecho de seguir con vida.
