El boicot deportivo a Rusia gana adeptos entre los países europeos
Puede que la FIFA no haya prohibido a Rusia participar en el próximo Mundial de Catar a cuenta de la invasión de Ucrania ordenada por Vladimir Putin, pero lo cierto es que cada vez más selecciones se oponen a disputar partidos contra el combinado ruso en competiciones oficiales.
A la decisión tomada en este sentido por Polonia, Suecia y República Checa, se han unido ahora los equipos de Inglaterra, Gales y Dinamarca. Por su parte, el presidente de la Federación Francesa de Fútbol ha asegurado que, si se veta a Rusia del torneo mundialista, el organismo no se “opondrá”.
“Esta decisión fue tomada por solidaridad con Ucrania y para condenar las atrocidades que está cometiendo Rusia”, reza un extracto del comunicado emitido por la Asociación Inglesa de Fútbol, cuyo presidente de honor es nada menos que el príncipe Guillermo, duque de Cambridge.
De momento, la postura de la FIFA implica que los futbolistas rusos podrán competir el próximo otoño en Catar, pero no bajo la bandera y el himno de Rusia, algo similar a lo que ocurre en los Juegos Olímpicos. El Comité Olímpico Ruso fue oficialmente el encargado de llevar atletas tanto a las Olimpiadas del pasado verano en Tokio, como a los recientemente concluidos Juegos de Invierno en Pekín, a raíz de una dura sanción ligada al dopaje.