Eiza González se disculpa por haberse pintado la cara de negro en su adolescencia
Esta semana Eiza González ha acaparado titulares por dos motivos muy diferentes. El primero han sido unas fotografías en las que se la ve en actitud muy cariñosa con el famoso actor Timothée Chalamet, con quien parece haber iniciado un romance.
El segundo tiene que ver con su pasado profesional y amenaza con convertirse en un quebradero de cabeza para ella después de que haya salido a la luz un antiguo episodio de la telenovela juvenil ‘Lola, Érase Una Vez’, que protagonizó siendo una adolescente, en el que aparece con la cara pintada de negro.
La actriz mexicana no ha tardado en responder a las críticas que le están lloviendo a través de las redes sociales para afirmar que se siente muy avergonzada de ese momento en concreto de su carrera y pedir disculpas, pero también ha querido poner en contexto el rodaje de la secuencia en cuestión.
"Como una intérprete de 15 años que acababa de conseguir su primer papel, mi poder de negociación era inexistente y me presionaron para que lo hicieran. En esa situación, no podía defenderme. Desearía haber contado entonces con el mismo conocimiento y la misma plataforma para hacerme oír que tengo ahora", ha asegurado en un comunicado en el que insiste en que jamás habría formado parte voluntariamente de un fenómeno conocido como ‘blackface’ en Hollywood, que se remonta a los años en que los estudios de cine contrataban a actores blancos para interpretar a personajes afroamericanos y les caracterizaban con maquillaje.
Eiza también ha querido explicar las circunstancias en que decidió vestirse de geisha durante un viaje a Japón, del que también se han filtrado ahora varias instantáneas, para aclarar que su anfitrión le propuso hacer "un intercambio cultural" y le ayudó a vestirse con un kimono tradicional.
"Se interpreta como una muestra de aprecio y respeto hacia su cultura, pero aun así, comprendo que fuera de contexto [estas imágenes] dan pie a un debate sobre la apropiación cultural contemporánea", ha admitido.
Para cerrar su mensaje, la artista ha afirmado que, como mujer mexicana e inmigrante, sabe perfectamente lo que se siente al enfrentarse a diario al racismo y la ignorancia tanto en el terreno personal como en el profesional: "Jamás participaría en un proyecto sabiendo que puede hacer daño o molestar a otra persona", ha prometido.