Ed Sheeran recurrió a la terapia psicológica para lidiar con la muerte de dos amigos y el tumor que le fue diagnosticado a su esposa
El cantante Ed Sheeran ha querido reivindicar públicamente la necesidad de recurrir a los profesionales de la salud mental para poder afrontar con garantías las peores rachas de la vida. Tras un año especialmente convulso para él, tras la muerte de dos de sus amigos más cercanos, el productor Jamal Edwards y el jugador de cricket Shane Warne, sin olvidar el tumor que le fue diagnosticado a su esposa, Cherry Seaborn, durante el embarazo de su segundo retoño, el astro de la música ha encontrado en la terapia psicológica un aliado fundamental para lidiar mejor con sus adicciones y, sobre todo, con los pensamientos suicidadas que le invadieron ante tanta tragedia.
El astro de la música, una de las figuras tradicionalmente más discretas de la industria, se ha sincerado, a su paso por el programa de Jonathan Ross, sobre el impacto emocional derivado de perder a Edwards en febrero del año pasado, sólo unas horas después de que ambos mantuvieran una productiva conversación telefónica sobre sus proyectos profesionales. Los dos amigos, como ha revelado Sheeran, se disponían a grabar un videoclip el mismo día en que se produjo la tragedia. Edwards sufrió un paro cardíaco tras una elevada ingesta de alcohol y cocaína.
El proceso de duelo en el que se embarcó el artista terminó hundiéndole en la soledad más absoluta. “El duelo es algo muy solitario. Piensas que eres la única persona que lo ha sufrido, pero es obvio que muchas otras personas lo entienden y han pasado por lo mismo. Yo sentí que, tras la muerte de Jamal, todo el mundo tenía que hacer acto de presencia para apoyarse los unos a los otros, pero también que al día siguiente se suponía que debías volver a la normalidad. Tienes que vivir con el duelo… Pero también has de abrazarlo de una manera u otra”, ha señalado.
En ese sentido, el cantautor de 32 años se acogió a la conocida máxima ‘Keep calm and carry on’ (‘Mantén la calma y sigue adelante’) que forma parte de la vida cultural británica desde los tiempos de la II Guerra Mundial. Se trataba de un enfoque erróneo, a su parecer, ya que le privó momentáneamente de una atención psicológica que le ha ayudado a superar el bache. “Creo que la terapia está más normalizada en América, mientras que aquí se prefiere no hablar de ello. Yo me sentí avergonzado sólo de pensar en la posibilidad de ir. Pero es que tuvimos tres meses muy complicados, y fue mi mujer la que me animó a ir a terapia”, ha explicado sobre el papel que jugó Cherry en su cambio de mentalidad.