Cristiano Ronaldo estalla ante las acusaciones de falta de compromiso con la Juventus
El futbolista Cristiano Ronaldo demostró en el terreno de juego, su mejor forma de acallar rumores y críticas infundadas, su compromiso absoluto con la Juventus de Turín en la temporada liguera que acaba de comenzar. Pocas horas antes, el hecho de que el ariete luso hubiera pedido a su entrenador, Massimiliano Allegri, que le dejara en el banquillo al comienzo del último partido de la Vecchia Signora contra el Udinese fue interpretado por los periodistas y comentaristas deportivos como un signo claro de que se quería marchar cuanto antes de su actual club.
Nada más lejos de la realidad, como puso de manifiesto el papel tan relevante que jugó Cristiano en la recta final de un encuentro que acabó con un merecido empate a dos. Sin embargo, el propio delantero estuvo a punto de inclinar la balanza para su equipo con un espectacular gol de cabeza anotado en los últimos segundos del partido. Desgraciadamente, el VAR anuló este tanto, pero no pudo evitar que el público fuera testigo directo del poderío y del afán de superación del, todavía, cuestionado futbolista.
El culebrón informativo en que se ha convertido el sinfín de conjeturas y hasta de inventivas que rodean el futuro deportivo de Cristiano ha terminado por irritar sobremanera tanto al deportista como a su chica, la modelo Georgina Rodríguez, quien no dudó en intervenir públicamente hace unos días para desmentir los rumores que apuntaban a un regreso del atacante al Real Madrid. Este, por su parte, escribió recientemente una carta abierta en la que pedía “respeto” tanto a su ilustre trayectoria futbolística como a los clubes en los que ha militado a lo largo de ella.
“Rompo mi silencio ahora para decir que no puedo permitir que la gente frivolice así con mi nombre. Sigo centrado en mi carrera y en mi trabajo, comprometido y preparándome para todos los retos que tengo por delante. ¿Todo lo demás? ¿Todo lo demás son habladurías?”, aseguraba Cristiano Ronaldo en Instagram junto a una fotografía en la que aparecía pidiendo silencio con el dedo índice en sus labios.