Cressida Bonas compró su vestido de novia cuatro días antes de su boda
Al igual que muchos otros enamorados, la actriz Cressida Bonas y su marido Harry Wentworth-Stanley se vieron obligados a modificar los planes que habían trazado para su boda debido a la pandemia del coronavirus. Finalmente, la pareja contrajo matrimonio el pasado mes de julio en una íntima ceremonia que tuvo lugar en el club de polo Cowdray Park de Sussex, y en la única fotografía que trascendió del evento, por cortesía del hermano de la novia, apenas se podía apreciar el vestido que ella había elegido para su gran día.
La intérprete -más conocida fuera de Reino Unido por su antigua relación con el príncipe Enrique- ha desvelado ahora que apostó por un diseño de encaje de la marca Whistle, con cuello alto y una falda con tres volantes, que había lucido anteriormente por trabajo.
“Cuatro días antes todavía estaba recorriendo Oxford Street intentando dar con un vestido. No encontraba nada, y de pronto me acordé de uno viejo de Whistle que me había puesto en una ocasión para rodar un videoclip de James Arthur. Volví a casa y lo encontré en el fondo del armario”, ha desvelado en el artículo que ha escrito para The Spectator.
Tras plancharla a conciencia, la prenda -que costaba originalmente 800 dólares y actualmente está rebajada a poco más de 500- quedó como nueva y Cressida pudo ponérsela para su enlace.