El aburrimiento y la falta de ideas para ocupar el tiempo ha conseguido que muchas personas, incluidas las celebridades, descubran una vocación tardía como peluqueros que les ha llevado a intentar cortarse un flequillo o retocarse la puntas en casa, con resultados muy diferentes.
El actor Chris Evans también ha caído en esta tentación y su primer cliente -o víctima- fue su hermano Scott, a quien convenció para que le dejara raparle la cabeza. Aunque el resultado final fue un poco desigual, eso no le desanimó y esta semana decidió que era el momento de cortarle el pelo a su perro Dodge.
"Le aseguré que sabía lo que estaba haciendo. Al principio parecía un poco escéptico, pero con ayuda de unas cuantas chucherías, conseguí convencerle", ha explicado Chris en su cuenta de Twitter.
Obviamente, el corte de pelo no salió mucho mejor con un animal que no estaba dispuesto a quedarse quieto que con un ser humano: "La situación se torció, muy rápido. Supongo que ciertas cosas es mejor dejarlas en manos de los profesionales".
Al final, Dodger ha acabado con una calva considerable a la altura del omoplato y varios trasquilones por todo el lomo, tal y como se puede ver en la fotografía que ha publicado su famoso dueño.
"Todavía no se ha visto en el espejo, yo le he dicho que está genial", ha bromeado el intérprete.