Chenoa se dio pena a sí misma cuando se vio en chándal tras su ruptura con David Bisbal
El momento en que Chenoa salió a la puerta de su casa un día de abril de 2005, vestida con un chándal gris y la cara lavada, para confirmar ante los medios que su relación sentimental con David Bisbal había terminado, con aspecto además de no haber asimilado aún lo ocurrido, ha pasado a formar parte de la cultura popular española. Casi al mismo tiempo, su ya exnovio lucía la mejor de sus sonrisas en una rueda de prensa en Venezuela mientras aseguraba que seguirían siendo grandes amigos.
Desde entonces ha llovido mucho y la cantante ha sabido rentabilizar ese capítulo tan duro de su vida sacando una línea de camisetas adornadas con la frase ‘Yo en chándal no salgo más’ para demostrar que sabe reírse de sí misma, y tampoco tuvo reparo en volver a cantar hace cuatro años su dueto más famoso con Bisbal en el concierto reunión del concurso donde se conocieron, ‘Operación Triunfo’. Sin embargo, ahora ha reconocido que eventualmente se atrevió a ver aquellas históricas declaraciones suyas y no pudo evitar conmoverse ante la vulnerabilidad que demostró.
“Cuando vi las imágenes me di pena hasta yo”, ha confesado a su paso por el programa ‘Show de Bertín’ con mucho sentido del humor para reconocer que comprende por qué cualquier persona a la que le hayan roto el corazón alguna vez se sintió identificada con ella. “La gente cuando compraba la camiseta, quería la gris. ¡La original! De hecho, creo que cuando la gente se pone muy mal se viste de gris”, ha añadido.
En lo que respecta al morbo que generó en su momento su reencuentro con Bisbal, ella ha dejado claro que no le dio demasiadas vueltas: “Yo no tengo tanto lío con esto. Hay más runrún fuera que el que tengo yo en casa”. También ha querido romper con esa imagen de desafortunada en el amor que se le ha atribuido al emocionarse hasta las lágrimas mientras hablaba de su actual prometido, Miguel Sánchez Encinas, para insistir en que es un “ángel” por el que ha merecido la pena esperar.
La pareja se conoció en una cena organizada por una amiga en común y, en cuanto escuchó su voz, Chenoa sintió algo especial que le llevó a pedirle a la anfitriona que les sentara juntos a la mesa. Y el resto es historia.