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El torero Cayetano Rivera, marido de la presentadora Eva González, y la actriz Sara Sálamo, pareja del futbolista Isco Alarcón y madre del pequeño Theo junto al delantero madridista, se han enzarzado en una tensa discusión en las redes sociales a cuenta de las prestaciones urgentes que el primero ha reclamado al estado para amortiguar el impacto económico de la crisis del coronavirus en el sector al que pertenece.

Todo comenzó con la publicación de un vídeo en el que el diestro, hijo de los malogrados Carmina Ordóñez y Francisco Rivera ‘Paquirri’, exponía en Twitter la alarmante vulnerabilidad económica de aquellos que viven de las corridas de toros y de la ganadería de lidia, defendiendo además la intervención del gobierno para salvar a una de las principales "industrias culturales" de España.

"[El toreo] está siendo y será uno de los más afectados por esta situación dramática que estamos viviendo, y entendemos que al igual que otras industrias de la cultura, será uno de los que más tarde en retomar su actividad profesional por las aglomeraciones de gente que conlleva nuestro espectáculo. No podemos olvidarnos de las personas y familias que dependen del mundo del toro para vivir", explicaba Cayetano en su grabación.

En cuestión de minutos, la sección de comentarios de su publicación se convirtió en un campo de batalla donde detractores y partidarios de la llamada ‘fiesta nacional’ debatían acaloradamente sobre el asunto, con respecto tanto a la propia naturaleza de la actividad como al carácter prioritario o no de este sector en lo que a la recepción de ayudas públicas se refiere.

Entre las numerosas y variadas opiniones que han generado las palabras de Cayetano, destacan sin duda las apreciaciones ofrecidas por la protagonista de la serie ‘Brigada Costa del Sol’, quien en los últimos años se ha erigido como una apasionada defensora de los derechos de los animales. En un primer texto que incluía una captura de pantalla de la noticia, la intérprete ha afeado a Cayetano la supuesta incoherencia de quienes exigen apoyo financiero para su actividad cultural mientras menosprecian a otras labores como la musical o la cinematográfica.

"¡Subvencionados, titiriteros, rojos…! Ah, no, toreros", ha escrito con ironía la artista canaria, quien ha recibido una respuesta directa del diestro. "Estoy preocupado por toda la gente que está desesperada porque no tiene para vivir. Y sí, ¡pido esa ayuda al Estado para ellos! Además de lo que podamos ayudar entre todos. Viniendo de un sector que recibe más de 70 millones de euros al año en subvenciones esperaba más comprensión", le ha recriminado.

Sin hacer referencia a ese presunto agravio comparativo entre las dos industrias, Sara ha reconocido que no puede sentir "comprensión" por un ‘trabajo’ basado en el sufrimiento y la muerte de seres vivos, aunque ha deseado a todos los afectados, con independencia de posibles prestaciones, que puedan encontrar cuanto antes empleos que les permitan vivir con tranquilidad.

"¿Compresión? Disculpa pero no: eso es justo lo que me falta hacia vuestro sector. Que no comprendo cómo alguien puede torturar, humillar y arrebatar la vida de un animal y no solo sentirse orgulloso y pavonearse, sino cobrar por ello. Y por supuesto que me preocupa la situación precaria de cualquier ser humano, pero ojalá encontréis un trabajo que no haga daño ni atente contra ningún ser vivo, ni contra sus derechos y su dignidad", le ha espetado en su conversación.