
Carlos III reacciona ante las últimas informaciones sobre su fortuna personal: casi 2.000 millones de libras entre joyas, obras de arte y coches
Si el semanario Sunday Times aseguraba esta semana que el patrimonio personal de Carlos III estaba valorado en unos 600 millones de libras esterlinas, superando así al amasado por su difunta madre, Isabel II, este jueves el diario The Guardian, que nunca ha ocultado su republicanismo, ha publicado un reportaje especial que estima, en base a sus propias investigaciones y consultas a expertos, que la fortuna del ya rey de Inglaterra estaría muy cerca de alcanzar los 2.000 millones de libras.
Entre la herencia recibida, que según el rotativo estaría exenta de tributación fiscal, y los bienes adquiridos por el entonces príncipe de Gales durante las últimas décadas, se encontraría un variado conjunto de activos entre los que destacan obras de arte de Monet o Dalí, joyas repletas de diamantes, caballos de competición y vehículos de alta gama como los del fabricante británico Rolls-Royce, así como sellos extremadamente inusuales. Todo ello daría como resultado una cifra de 1.815 millones de libras
El periódico subraya que algunos de estos bienes son realmente patrimonio del estado, aunque la familia real habría hecho un uso privativo de ellos. Como ejemplo, se cita un flamante Rolls-Royce Phantom VI de 1977, valorado en casi un millón y medio de libras. Pese a estar incluido en la flota de automóviles de uso oficial, se utilizó en la boda de la princesa Eugenia, sobrina del monarca, en el año 2018. Al margen de su trascendencia pública, se trataba de un evento estrictamente familiar, ya que la también hija de Sarah Ferguson no es un miembro activo de la monarquía.
Además de resaltar la difusa línea que separaría lo público de lo privado en relación con estos coches, de los que The Guardian ha identificado 23 vehículos entre Jaguars, Bentleys, Rolls y otras prestigiosas marcas presentes en los garajes del palacio de Buckingham y la finca privada de Sandringham, el diario también señala que ciertos regalos procedentes de visitas de estado habrían terminado integrándose en las arcas propias del monarca. Se argumenta así que una parte muy relevante de sus propiedades, o de los bienes de los que disfruta libremente, provienen del erario público, sin perjuicio de los beneficios generados por la actividad agrícola y ganadera de sus numerosas fincas.
Un portavoz de palacio no ha tardado en responder a estas alegaciones tras ser contactado directamente por el diario. “Aunque no comentamos asuntos relativos a las finanzas privadas. los números que ofrecéis son una mezcla de especulación, prejuicios e inexactitudes”, ha manifestado. Eso sí, la casa real se ha negado a ofrecer sus propios datos, arguyendo precisamente la necesidad de respetar el derecho a la intimidad de “cualquiera” de sus miembros.