Camila Cabello hace historia como la nueva imagen de Victoria’s Secret
Ninguna campaña publicitaria había sido tan importante para la cantante Camila Cabello como la de la fragancia Bombshell, una de las más populares de la reconocida marca de lencería Victoria’s Secret, porque le ha permitido enviar a sus seguidores uno de los mensajes más importantes que todavía siguen aprendiendo ella misma: aceptarse y celebrarse en todas sus formas.
“Para mí, ser una Bombshell es ser exactamente quien eres y tener el coraje de celebrarlo todos los días. Estoy emocionada de unirme a Victoria ‘s Secret para celebrar la Bombshell que existe en cada mujer”, ha asegurado Cabello a la revista Harper Bazar.
La colaboración entre la famosa estrella y la compañía constituye un hito en la historia de Victoria’s Secret porque marca la primera campaña bilingüe en la que una artista habla tanto inglés como español en los anuncios para ceder parte del protagonismo a las raíces mexicano-cubanas de Camila.
“Esta campaña es muy especial para mí. Mi herencia mexicano-cubana es el núcleo de lo que soy y es algo a lo que realmente volví con mi álbum ‘Familia’ y reconecté con todo y todos los que amo. Poder sentirme orgullosa y segura de ser yo misma en esta campaña y que se celebre de esta manera y a esta escala, es increíble”.
Cabello es la última de varias celebridades que se han asociado con Victoria’s Secret desde que dio un giro radical a su
cancelando su tradicional desfile repleto de ‘ángeles’, como se conocía a algunas de sus modelos, para romper con los rígidos cánones de belleza a los que se había ceñido hasta entonces.
“Creo que había una sinergia natural entre mi viaje como artista y como persona, y el viaje que Victoria’s Secret ha emprendido para apoyar a las mujeres y su autenticidad”, ha opinado la cantante.
La propia Camila sigue trabajando cada día para aprender a querer su cuerpo, “con celulitis y estrías incluidas”, pero en ocasiones todavía se siente insegura cuando sabe que los paparazzi la fotografiarán en bikini y no puede evitar meter tripa u obsesionar por ofrecer sus mejores ángulos.